Entre los años 2010 y 2011, la región colombiana de Tequendama ha sufrido frecuentes tormentas y consiguientes derrumbes, que han tornado inestable y poco firme el suelo. Respecto de una alternativa de hormigón, la realización de esta estructura de acero ha permitido alcanzar una mayor profundidad de los pilares, lo que contrarresta la inestabilidad del terreno y absorbe sus vibraciones.
El viaducto Arco del Bicentenario celebra los doscientos años de independencia del Departamento de Cundinamarca (uno de los 32 departamentos presentes en Colombia). La obra tiene una longitud de 140 metros y una anchura de 11 y está sostenida por un arco bifurcado en los extremos, con un peso total de 766 toneladas. La estructura se apoya sobre dos pilares que, para contrarrestar la inestabilidad del terreno y absorber las vibraciones, tienen una profundidad comprendida entre los 25 y los 30 metros con un diámetro de 1,5 metros. La estructura ha sido montada en tierra. Las dos secciones bifurcadas del arco han sido posicionadas y sostenidas por un sistema de cables temporales que, enganchados a una torre temporal ubicada en cada uno de los extremos del puente, descargaban su peso sobre contrapesos. Una vez instalado el sillar de clave, las juntas fueron soldadas completando así la instalación.